Cristal de Murano en Mallorca
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Cristal de Murano en Mallorca

Cristal de Murano en Mallorca

A lo largo de la segunda mitad del siglo XVII, en Europa incluida Mallorca, se generaliza el empleo de arañas de cristal candeleros para iluminar las casas de las élites y los edificios gubernativos. Frente a los modelos franceses e ingleses, y contrastando sobre todo con el cristal de Bohemia y el de plomo británico, los venecianos conciben y fabrican un modelo de lampadario específico en Murano a base de cristal de soda y ramales de bronce dorado. En competencia y bajo la maestría de Giuseppe Briati, se situará como favorito a partir de la compra de un ejemplar por Federico IV de Dinamarca en 1709. Con sorprendente rapidez, llegan a la isla esas ciocche ‘mechones de flores’ con caireles colgantes de vidrios multicolores de Murano. El ejemplo de Can Vivot es uno de los más llamativos: sin duda fueron remitidas desde Venecia por G. Mesquida en aquellos momentos. Su adquisición supuso la substitución de los salamones metálicos o de madera con glóbulos cristalinos para luces de aceite, de tradición medieval, en ese tipo de ambientes. Pero, en Can Vivot, todavía convivían con las arañas muranescas en 1762, cuando encontramos referencias a “cambiar las bolas de los espejos y salamones y otras cosas parecidas para las fiestas”.



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